Campeón del mundo, que se dice pronto. Gordon Herbert es un ejemplo de aquellos entrenadores que parecen estar en la sombra. Sin excesivo nombre, no lo necesita. Su carrera en los banquillos avanza y, tras dejar la selección alemana (en lo más alto), ahora se mide en la Euroliga más salvaje con su Bayern.
El podcast X&O’s CHAT del periodista serbio Edin Advic ya es toda una referencia en lo que al mundo del baloncesto se refiere. En apenas unos meses ha entrevistado a profesionales de la talla de Dzelko Obradovic, Kevin Punter o Ettore Messina.
Sin embargo, si hay un episodio que, personalmente me ha sorprendido y hoy quiero recomendar es el de Gordon Herbert. Por desconocido, pero, sobre todo, por interesante.
Una de las reflexiones más interesantes que deja es el necesario equilibrio entre ser buena persona y ser buen jugador. Para él, en este complejo mundo profesional, no vale con ser buen jugador si se es mala persona. Aunque, claro, todo depende del talento. A mayor talento, mayor esfuerzo por intentar trabajar con estas carencias. SIEMPRE teniendo en cuenta que lo primero es el equipo y que, sin una mentalidad de equipo es imposible triunfar. Pero como entrenador, a aquellos con altas capacidades se debe intentar convencer y guiar por el «buen camino».